El cigarrillo electrónico es uno de los mayores avances de la historia de la medicina
Con estas palabras el profesor David Nutt se dirige a los diputados británicos antes de la próxima Cop 9 sobre el control del tabaco de la OMS.
"Que se haya conseguido poder vapear nicotina con o sin aromas es potencialmente uno de los avances sanitarios más importantes de la historia de la medicina, porque el consumo de tabaco es la principal causa evitable de muerte prematura en todo el mundo." Así comienza la contribución del profesor David John Nutt al Intergrupo Parlamentario del Reino Unido sobre el Vaping. En vísperas de la próxima Conferencia de las Partes (COP 9) del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, que se celebrará en noviembre, el Intergrupo está recabando opiniones sobre los sistemas alternativos de suministro de nicotina (sobre todo el cigarrillo electrónico), para determinar la posición que adoptarán los representantes del Reino Unido.
El problema está claro y Nutt lo expone directamente. "Nuestro país, a instancias de Public Health England, es literalmente el líder mundial en el uso de cigarrillos electrónicos para ayudar a los fumadores a dejar de fumar y contribuir a minimizar el riesgo de que los menores empiecen a hacerlo", escribe el neuropsicofarmacólogo británico en nombre del comité científico de DrugScience del que es presidente. Un planteamiento, continúa Nutt, que no comparte gran parte del resto del mundo ni la propia Organización de la Salud, que "perversamente" adoptan una posición contraria y critican y demonizan estos nuevos productos. Las razones de esta actitud, según el científico, son "una compleja mezcla de política, interés por parte de los grupos antitabaco y odio a la nicotina recreativa, aunque vaporizada hace poco daño, por parte de los absolutistas puritanos".
Nutt incluye también una sorta de "sugestión" sobre las compañías farmacéuticas, que verían el vaping como una amenaza comercial para sus productos para dejar de fumar, junto con la "creencia infundada y bastante paranoica" de que el e-cigarrillo es un invento de las Grandes tabacaleras para aumentar el consumo de tabaco, que ha disminuido en las últimas décadas. "En realidad", explica Nutt, "los cigarrillos electrónicos son fabricados por pequeñas empresas y fue su éxito lo que atrajo a algunas tabacaleras al mercado del vaping.
Nutt recuerda a los diputados las principales pruebas científicas que comparan el tabaquismo y el vapeo, utilizando las tecnologías más sofisticadas, y que constituyeron la base sobre la que el Phe elaboró sus recomendaciones a favor de los cigarrillos electrónicos y el gobierno neozelandés adoptó el vapeo como estrategia de reducción de daños del tabaquismo.
Sin embargo, lo peor de este asunto, denuncia Nutt, es que "muchos de los llamados científicos, expertos médicos y editores de revistas científicas han distorsionado deliberadamente las pruebas sobre el daño de estos nuevos productos, en beneficio de las ventas de tabaco y en detrimento de la salud de los fumadores". Una inversión del proceso científico, prosigue el profesor, que "ha ahuyentado a muchos fumadores del uso de productos alternativos que podrían salvar vidas y ha llevado a algunos países a prohibir estos productos, mientras que el tabaco se vende libremente".
En su intervención, David Nutt explora las formas en que se están distorsionando las pruebas sobre los cigarrillos electrónicos y propone una serie de principios científicos para evitarlo. En primer lugar, los estudios deberían comparar siempre los daños del vapeo con los del tabaquismo u otras sustancias (como la cafeína, que produce efectos similares a la nicotina). En segundo lugar, en los experimentos de laboratorio las condiciones de vaping deben corresponder al uso real del producto, lo que muy a menudo no es el caso. Los editores de las revistas científicas y los autores de los estudios deben negarse a publicar extractos de trabajos de laboratorio que distorsionen los resultados generales y no permitir que se hagan afirmaciones exageradas en los comunicados de prensa. Todos estos son vicios de forma que cualquiera que se dedique a la comunicación científica ha experimentado a menudo y que tienen como principal víctima la información correcta.
La de David Nutt es sin duda una importante contribución a la meritoria iniciativa de los parlamentarios británicos. Es un tema clave para todo el mundo del vaping, porque es de esperar que, en la Cop 9, la delegación del Reino Unido sea la única que se oponga a la postura prohibicionista de la Organización Mundial de la Salud sobre los productos de riesgo reducido.
David John Nutt (nacido 16 de abril de 1951) es un Neuropsicofarmacologo inglés especializando en la búsqueda de fármacos que afectan el cerebro y situaciones como padecer adicción, ansiedad, y sueño. Hasta 2009 fue el director de la unidad de Psicofarmacología de la Universidad de Bristol.
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